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    'Bird Box' tenía un final mucho más oscuro (y mejor)

    El guionista explica por qué lo cambió aunque quizá no importe, ya que hoy la película se convirtió en el mejor estreno de Netflix a siete días de su lanzamiento.

    Creo que nadie, ni Netflix, esperaba que su nueva película, Bird Box, protagonizada por Sandra Bullock y Trevante Rhodes, fuera a convertirse en el fenómeno mediático que es hoy. Con sus aciertos y desaciertos, Bird Box, se coronó hoy como el mejor estreno de la plataforma a siete días de su estreno y según un reporte de Netflix publicado hace unas horas, más de 45 millones de cuentas han visto la película alrededor del mundo desde que se lanzó el 21 de diciembre, aunque la cifra no especifica cuántos de estos usuarios vieron la pelíucla completa. Pero quizá es lo de menos si tomamos en cuenta la cantidad de memes que se han generado en las redes sociales; ya ven que Internet no distingue entre el odio y el amor, así que todo se traduce en popularidad para la película y, más importante, para Netflix.

    En mi opinión, Bird Box podrá tener sus inconsistencias, pero sin duda es un muy buen thriller que te mantienen en suspenso de principio a fin y Bullock entrega un muy buen trabajo como Malorie, una pobre mujer que está más aterrorizada por convertirse en madre que por el terrible momento apocalíptico que le toca vivir. ¡Ah, pero ese final! Lo cierto es que para nada le hace justicia a la historia y menos al climax que se desarrolla justo antes, y es precisamente de lo que todo el mundo se queja. 

    Bird Box es la adaptación de la novela homónima que Josh Malerman escribió en el 2104, sobre una mujer que hace todo por sobrevivir junto con sus dos hijos en un mundo en el que una extraña fuerza sobrenatural esta 'limpiando' al mundo de humanos. Quienes la ven se ven enfrentados a sus peores temores y se sienten obligados a quitarse la vida. El asunto es que para sobrevivir la gente sólo puede salir con los ojos vendados y Malorie tendrá que recorrer un largo y peligroso camino a ciegas para salvarse. Por más que sea hasta cierto punto similar a Un lugar en silencio, ¿suena bien, no?

    La película es prácticamente igual al libro hasta el desenlace y resulta que la culpa la tiene el guionista, Eric Heisserer. [Cuidado, spoliers a continuación] En la película Malorie y los niños encuentran que el lugar seguro al que un extraño llamado Rick los invitó a llegar, es una escuela para ciegos, donde todo el mundo vive feliz. En el libro, no hay tal escuela, es simplemente un lugar donde la gente se ha quitado la vista por propia mano para protegerse, lo que deja en el aire que Malorie y sus hijos tendrán que hacer lo mismo si quieren quedarse y sobrevivir. ¿Moraleja? Todo en esta vida requiere de un sacrificio.

    En fin, que el susodicho Heisserer explicó a Thrillist que decidió cambiar el final de la versión cinematográfica porque le pareció 'más inteligente' darle un final feliz. No estoy de acuerdo, pero el hombre se defendió vehemntemente: "Soy de los que siempre se inclina más por un final optimista y esperanzador hasta en en filme distópico de horror. No me gusta abrazar el nihilismo ya que soy de los que considera que ya vivimos en ese mundo." ¿Te cae?

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