Troya se convirtió en un éxito de taquilla gracias a las épicas escenas de enfrentamiento entre Brad Pitt y Eric Bana, a pesar de que su adaptación de la Ilíada, de Homero, no convenció en lo más mínimo a la crítica. El director, Wolfgang Peterson, filmó con tal dedicación la batalla final entre Aquiles y Hector que los actores no utilizaron dobles de riesgo, sino que hicieron una polémica apuesta e impusieron algunas reglas entre ellos para poder pelear en cámara.
¿Quién no recuerda esos tres minutos de secuencia de batalla, en la que los combatientes se movían por los muros de Troya y atacaban de manera violenta a su oponente? Con el fin de que Pitt y Bana trajeran a la grabación sus mejores movimientos, pero también la responsabilidad que conlleva ver por la seguridad de su compañero, hicieron una apuesta: pagaría 50 dólares el que hiciera un movimiento fuera de marca, y 100 dólares el que diera un golpe que, además de no estar marcado en el guion, fuera doloroso para el oponente.
Los caballeros estrecharon la mano y comenzó la filmación, con un Wolfgang Peterson atento a la continuidad de los movimientos de sus histriones. La pelea se rodó en seis semanas y el ganador fue Eric Bana, siendo el que menos se había equivocado en la coreografía, es decir, no había herido a su coprotagonista. "Recibí algunos golpes, incluyendo un puñetazo en la cara", detalló el también protagonista de Hulk a Chicago Tribune.
Brad Pitt rechazó una de las mejores películas de todos los tiempos para interpretar su papel más odiadoDe Pitt no se puede decir lo mismo: fue él quien golpeó tantas veces a Eric Bana que su cuenta ascendió a los 750 dólares. No se tiene registro de si alguna vez estos dos actores realmente saldaron deudas, aunque podríamos asumir que pagar poco más de 750 dólares (15 mil pesos mexicanos) era algo insignificante para Pitt, quien cobró 17.4 millones de dólares por su aparición en la cinta.