Desde 1993, Jurassic Park nos propuso e impuso una imagen casi única de cómo habrían sido los dinosaurios cuando dominaron el mundo hace más de 66 millones de años. Steven Spielberg, Joe Johnston y Colin Trevorrow, directores de las seis películas, se apegaron a paleontólogos para representar a las especies, pero con modificaciones extrañas cuya única explicación para varios científicos es el tema de la mercadotécnia.
El paleoartista egresado de la UNAM, Luis Rey, durante una videoconferencia que dio para la institución GeoXplora, explicó que la franquicia de Jurassic Park se agarró de la premisa de completar el ADN de los dinosaurios con el de ranas para lograr su clonación y apariencia escamosa, algo que se explica en el primer filme. Desde ese entonces, el doctor Henry Wu (BD Wong) ha estado a cargo de todas estas experimentaciones, incluida la inyección de este gen prehistórico en las langostas de Jurassic World: Dominio.
"El problema fue que a los científicos que supervisaron la reconstrucción en 1993 se les pidió sólo un 60 por ciento de precisión anatómica", dijo el investigador. Spielberg se habría obsesionado con proyectar el miedo que sintió al leer la novela original de Michael Crichton. Así creó a los monstruos prehistóricos venidos de su imaginación, dejando al público sin la oportunidad de cuestionarse si fueron recreaciones fieles a la historia o producto de la fantasía.
Rey dijo que la imagen del velocirraptor de las películas es un híbrido con cabeza de lagarto, postura de chimpance y anatomía irreal, pues un terópodo de esta especie jamás habría podido estirar su pequeño brazo para abrir puertas o herir a Owen Grady (Chris Pratt) con un zarpazo. Sólo medía dos metros de largo, siendo la cola su extensión fuerte, cuando los raptores en la cinta llegan hasta a seis. Eran criaturas pequeñas, emplumadas, sí carnívoras y con garras más parecidas a las de un águila real.
Luis V. Rey
“Si tuvieron la posibilidad de crear secuencias se rana para rellenar el gen (y clonarlos), también pudieron hacerlo con verdaderos parientes de los dinosaurios, las aves, pero no lo hicieron así porque los pájaros no parecen suficientemente monstruosos. El ADN de rana sí les dejaba crear monstruos, que no tienen nada de dinosaurios, sólo están hechos para vender juguetes".”
Explicó en una de sus conclusiones sobre la franquicia multimillonaria. Rey tiene un blog habilitado donde, apoyado en investigaciones de colegas y propias, se permite la recreación más fiel. El pyroraptor, oviraptor y todos los dinos emplumados de Jurassic World: Dominio mínimo tienen esa peculiaridad de estar apegados a la verdadera prehistoria. Por cierto, como dato extra: también exageraron con el mosasaurio.
El más grande en los registros paleontológicos es de más de 12 metros, no de más de 65 como la peli. Aún con todas las imprecisiones, Rey y otros paleontólogos del mundo han coincidido en una cosa: Jurassic Park puso en el mapa una profesión fantástica como la suya y le dio mucho foco a la preservación del medio ambiente; su flora y fauna.
