Pocas cosas tan tristes como que un estudio retome el nombre de una película clásica para vender boletos. Quizá me ataca la nostalgia, pero Jumanji: en la selva apenas cumple con lo necesario para ser llamada un re-boot de la original. Aparentemente el malévolo y enigmático juego de mesa que hizo ver su suerte a Alan Parrish, Sarah Whittle, Judy y Peter Sheperd se volvió millenial en algún momento de 1996 y se convirtió en un videojuego más, que en esta ocasión atrapa a Spencer, Fridge, Bethany y Martha, cuatro adolescentes que encarnan el estereotipo correspondiente del High School gringo: el nerd inseguro, el deportista que es malo para la escuela, la niña guapa popular y la niña rara y medio intelectual.
Olvídense de los acertijos enigmáticos o del terror antes de tirar los dados por lo que podría venir a continuación, nadie se quebró mucho la cabeza pensando en estas cosas. El princi
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