En las primeras horas del 19 de marzo de 2010, los cuerpos de dos estudiantes yacían en las entradas del Tec de Monterrey, Campus Monterrey, abatidos en un supuesto enfrentamiento entre militares y miembros de la delincuencia organizada. La violencia en el estado de Nuevo León había incrementado en los últimos años y este suceso parecía ser una consecuencia de la situación. En los primeros informes, las autoridades confirmaban que los abatidos eran sicarios, armados hasta los dientes que se enfrentaron directamente a las autoridades. Pero pronto se descubrió que se trataba de dos alumnos de la maestría en la universidad: Jorge Antonio Mercado y Javier Francisco Arredondo. Sus muertes marcaron a la comunidad universitaria y al estado en general, dejando a sus familiares con un profundo dolor, enfrentados a las mentiras y los obstáculos de las autoridades, quienes no querían admitir su error y reportar los sucesos como pasaron. Años después, los familiares siguen buscando explicación y justicia ante tal suceso criminal que ha caracterizado la situación en el país por varios años. Hasta los dientes es un retrato de la injusticia en México.