Apenas cuando tenía cuatro años y empezaba a hablar con mayor facilidad, el hijo de Karine le aseguraba que cuando creciera, sería una niña. Acostumbrándose a usar el nombre de Sasha, pocos años después, su madre le aseguró que ese sueño no estaba dentro del ámbito de las posibilidades y con ello, las ideas de Sasha para el futuro fueron completamente destruidas. Karine recuerda que estaba tan devastada que apenas logró consolarla y con el paso de los años, ella se arrepentía del daño que le pudo haber hecho. Ahora, con siete años, los padres de Sasha se muestran más comprensivos y con una mentalidad abierta, aceptando a su hija y reconociendo que sí, ella es una niña, desde el momento en que identifico su propio género. En el documental Little Girl, escrito y dirigido por Sébastien Lifshitz (Adolescentes), se muestra la historia de Sasha y sus padres, quienes deben lidiar con todos los prejuicios que enfrentan de la gente a su alrededor por la decisión que Sasha ha tomado.