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Un clavo más a las malas adaptaciones de Stephen King
por Nataly RodríguezLos años de gloria donde las historias del maestro del terror Stephen King obtenían dignas adaptaciones cinematográficas o televisivas de están quedando en en el recuerdo. Clásicos de terror como El Resplandor, Cementerio de Mascotas o Eso, el payaso tenebroso se han convertido en el referente para seguir en la expectativa de nuevos productos audiovisuales que nos permitan volver a sentir el terror y la incomodidad masiva que solo el escritor estadounidense logró hace ya algunas décadas.
Con el reciente estreno en Netflix de El teléfono del Señor Harrigan, basada en un relato corto del creador de Under The Dome, seguiremos esperando por esas adaptaciones dignas. Protagonizada por Jaeden Martell (It: capítulo dos) y Donald Sutherland (Los Juegos del Hambre), la historia sigue a Craig, un pequeño de 8 años quien es contratado por el Sr.Harrigan, un ermitaño millonario del pueblo, para que vaya a leerle en voz alta hasta su masión. Con el paso de los años, ambos entablan una buena amistad hasta que una mañana el adolescente lo encuentra muerto. En pleno luto, Craig decide meter un celular en el ataúd de su viejo amigo y esa misma noche recibe mensajes y llamadas del número del Sr. Harrigan, acompañado de situaciones paranormales que ponen en peligro a quien lo rodea.
Desde un principio, la historia dirigida por John Lee Hancock no termina de establecer su propia identidad; por un lado, los primeros avances dan a entender una historia de terror al puro estilo Cementerio de Mascotas, pero conforme avanzamos termina se transforma un drama con tintes supernaturales que no establece el destino de su trama. Dejando muy de lejos cualquier indicio del sello King en aspectos que van desde el guion hasta el género.
Si bien el material original es una reflexión sobre los peligros del exceso del uso del internet y la adicción a los teléfonos inteligentes que nos lleva a distorsionar nuestra propia realidad, todo termina bastante diluido por el exceso de situaciones que realmente no se desarrollan lo suficiente, pero que al final dan a entender que somos los responsables de nuestras propias acciones. Ya lo vimos en otras historias como El teléfono negro, sólo que ésta bastante acertada.
Netflix
La dinámica entre los personajes de Sutherland y Martell se vuelve más de abuelo y nieto que una relación de amigos aprendiendo el uno del otro. No lograr definir ni una ni otra, claro está. Sin embargo, las actuaciones de ambos actores, que ya han demostrado sus grandes capacidades en producciones como Defending Jacob y The Undoing, son lo más rescatable de la cinta y probablemente te son ellos los que permiten llegar al desenlace. Usar la reputación para maquillar un guion terrible es algo muy bajo.
Otra cosa a mencionar, es el ritmo de la película tampoco termina de cuajar. En momento la historia se siente lenta, en otras excesivamente rápida y con demasiadas situaciones por digerir, dejando una sensación de nunca llegar a un climax lo suficientemente emocionante, que te permita entender o comprender el punto al que quieren llegar las situaciones que estamos viendo. Dicho esto, terminamos en el lamentable argumento de "es mejor leer el cuento original", uno que se suele usar para aniquilar obras adaptadas. Es odioso usarla pero, esta vez, es necesario.
Todo parece indicar que la maldición del gigante del streaming con las adaptaciones continúa, El teléfono del señor Harrigan es una triste y aburrida adaptación de la historia de King, que sólo sobrevive por su buena producción y el talento de sus protagonistas. Algo bastante anti climático, teniendo en cuenta que este mismo año llego a los cines El teléfono negro, protagonizada por Ethan Hawke, que sorprendió por su crudeza y que está basada en el material de uno de los hijos de King, Joe Hill. Vaya ironía. El engendro del terror de Maine lo ha derrotado en 2022.
