Fue algo traumatizante, fue algo atroz, y por supuesto fue algo que nos marcó...
Bruce Willis es una leyenda del cine que nos ha dado actuaciones magistrales en películas como Pulp Fiction, Duro de Matar, El quinto elemento, Mi encuentro conmigo, Armageddon, Glass y El protegido. Por lo tanto saber que su estado de salud lo tiene en un punto en el que tuvo que dejar de lado su carrera es algo que nos rompe el corazón.
Y es que a lo largo de una basta trayectoria profesional, este actor no solo nos conquistó con el género de acción, sino que también probó suerte en el mundo de la comedia, el cine infantil, la ciencia ficción, el drama y hasta el terror, siendo en este género donde nos marcó profundamente con una de sus interpretaciones.
La actuación de la que te hablamos llegó junto a una película que se estrenó a finales del siglo pasado y fue protagonizada por Willis junto a Haley Joel Osment quien en aquella década gozaba de una célebre popularidad en el mundo del espectáculo al ser uno de los pocos actores infantiles con una grandiosa versatilidad que le permitió participar tanto en producciones serías como en dramas profundamente oscuros y de la ciencia ficción.
Por lo tanto cuando el 29 de octubre de 1999 el director M. Night Shyamalan nos entregó su Sexto sentido, decenas de personas que quedamos maravilladas por la capacidad de este cineasta y su equipo para darnos una cinta de terror que en su trama no solo nos provocó miedo, sino que también hizo añicos nuestro corazón.
Por si no lo recuerdas (o cabe la remota posibilidad de que no hayas visto esta cinta), la película aborda la relación entre el doctor Malcolm Crowe (Bruce Willis) y Cole Sear (Haley Joel Osment), quien es un niño que asiste a terapia con Crowe y le confiesa que su mayor padecimiento es ver gente muerta.
Tras un largo intento de Crowe por convencer a Cole de que estas imágenes son alucinaciones de su cabeza, el personaje interpretado por Willis termina enterándose de que todo este tipo quien visitó al pequeño niño con dones de medium fue su fantasma y no él, ya que su cuerpo físico perdió la vida cuando uno de sus pacientes lo asesinó en su hogar.
Con una última escena que ata los cabos sueltos de toda la narrativa, esta película fue una de las más aplaudidas en el año de su estreno y se colocó rápidamente entre el buen gusto de la crítica, por lo que a más de dos décadas de su estreno te recomendamos dirigirte a Star + para verla.