Dentro del vasto universo de las franquicias cinematográficas de la historia reciente (incluyendo Harry Potter, Los Vengadores, John Wick o Misión: Imposible), El Señor de los Anillos es una de las más populares, queridas y mejor consideradas, ya que tiene un gran número de seguidores apasionados por las libros de J.R.R. Tolkien. Las películas dirigidas por Peter Jackson han logrado convertirse en clásicos del género de la épica y fantasía tanto para los acérrimos fanáticos como para los espectadores ocasionales.
Jackson entregó algo parecido a un milagro: una adaptación casi reverencial anclada en el corazón y el espíritu del relato de Tolkien y una deslumbrante película de fantasía por derecho propio, dispuesta a separarse del texto original recordando cuando el escritor llamó a su saga "infilmable". Si todavía estuviera vivo, el difunto autor sin duda habría estado en desacuerdo con algunas de las decisiones particulares que el también director de El Hobbit y Desde mi cielo tomó en el curso de su adaptación. Pero ciertamente no podría decir que la película trató su trabajo de manera descuidada o imprudente. Todo lo contrario: la trilogía es una fusión posiblemente perfecta de fidelidad y frescura, y una epopeya a gran escala íntima, emocionante e inquietante.
La Comunidad del Anillo es la primera entrada en la saga y comienza la épica aventura a lo largo de la Tierra Media. En la historia, un Hobbit llamado Frodo (Elijah Wood) tiene la tarea de llevar el Anillo Único, un objeto mágico de gran poder, a la tierra de Mordor, donde debe destruirlo antes de que vuelva a las manos de su creador, la Oscuridad, conocido como Sauron. El protagonista se encuentra con dificultades y aventuras a lo largo de esta búsqueda épica, conociendo a una gran cantidad de personajes que se convierten en sus amigos cercanos y protectores, incluidos el mago Gandalf (Ian McKellen) y Aragorn (Viggo Mortensen).
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¿Te diste cuenta de este increíble y curioso detalle colocado en secreto en el bastón de Gandalf?
Esta primera película, al igual que Las dos torres y El retorno del Rey, contiene muchos detalles ocultos en forma de guiño o como adelanto de su historia que solo algunos fans de la saga han podido notar. Aunque este detalle es visible durante varios momentos de La comunidad del anillo, tendrás que fijarte en los momentos clave si quieres verlo correctamente. Preferiblemente, busca escenas en las que Gandalf tenga su icónico bastón en la mano y no esté fumando su pipa. A continuación te explicamos el motivo.
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Uno de los mejores momentos de la película llega a los 47 minutos y 34 segundos de la película (en su versión extendida), en la escena en la que Gandalf y Saruman pasean por la zona de Isengard mientras hablan del destino de la Tierra Media. Si haces una pausa en el momento adecuado y observas de cerca las ramificaciones de madera que rematan el bastón del mago te darás cuenta de la presencia de un pequeño espacio donde Gandalf solía guardar su pipa de madera.
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Viajero incansable y famoso por sus anillos de humo en compañía de sus amigos hobbits, Gandalf encontró un uso bastante práctico para su bastón, pues también funciona como estuche. Con esta conveniencia, la pipa de madera de Gandalf (que casi nunca usa a lo largo de la trilogía) está fácilmente a su alcance cuando quiera usarla.
