Durante la cuarentena tuvimos que reinventarnos con rutinas nuevas y hobbies que nunca intentamos, y entre el caos y la ansiedad, no hubo otra opción más que mirar el mundo a través de nuestra ventana. Eugenio Polgovsky aprendió a hacerlo mucho antes y fue en 2016 cuando junto a su hija encontró un nido de pájaros sobre un cable que filmó obsesivamente durante 10 días. Aquel encuentro quedaría registrado en sus discos duros, que tras su muerte en 2017, pasarían a las manos de su hermana, Mara Polgosvky, quien conmovida con el material encontrado convirtió un día ordinario en una película extraordinaria: Malintzin 17.
En una calle de Coyoacán, el documentalista mexicano, Eugenio Polgovsky, filmó una historia que sin saberlo, coincidiría con un futuro pandémico. "El mundo conocido se volvió extraño y todo lo que considerábamos vago o evidente, de pronto, se suspendió”, recordó Mara en una entrevista con SensaCine Latam. "Este es el mismo ejercicio estético que hace Malintzin, todo lo ordinario y cotidiano, lo enfoca y lo lleva hasta sus últimas consecuencias, como para mirar básicamente pequeños pedazos extraordinarios de vida".
El director, conocido por películas como Trópico de cáncer y Los herederos, pasó 10 días filmando lo que ocurría al otro lado de su ventana, que dio como resultado 7 horas en total de contenido: "Cuando encontré este material no había un tipo de dirección a dónde llevarlo", explicó Mara, asegurando que fue un viaje introspectivo muy complicado, pero el deseo de rendirle un homenaje a su hermano fue la principal motivación.
Habían muchas continuidades con sus trabajos anteriores y por otro lado continúa el interés de Eugenio por el sufrimiento y la naturaleza que me parecía muy valioso. Hay muchos diálogos en ella y Eugenio se convierte en un personaje algo que no había ocurrido antes
Tomó el material que tenía y decidió presentar una historia de cuidado parental: "Quería convertir esta tórtola en un espejo de la relación de Eugenio con mi sobrina de 5 años y crear paralelismo del sacrificio y de la empatía". Pero crear la historia no fue un proceso sencillo: "Milena no estaba presente en una gran parte de este material, de hecho de 10 días estaba presente en 2, entonces mi técnica de edición fue buscar un guión en el que pudiera estar presente todo el tiempo".
Ambulante
Después de una minuciosa edición y meses de trabajo, Malintzin 17 tuvo su corte final y ahora llegó a cines mexicanos para que un público post pandémico pueda disfrutar este pedazo de realidad que captó la atención de Eugenio, donde se busca "Valorar las pequeñas cosas, porque en la pandemia nos vimos obligados a valorar esto de inmediato, incluso nuestra propia vida que de pronto parecía en peligro, y esa era una estrategia del cine de Eugenio, valorar todo lo que de alguna manera es invisible”.
