Este fin de semana puedes cambiar las risas de The Office o Parks and Recreation por una propuesta más densa y reflexiva. Netflix alberga varias series basadas en hechos reales que, aunque están dramatizadas, conservan el núcleo de los eventos que las inspiraron. Una de las más destacadas es Alias Grace, una miniserie de solo seis episodios que puede verse completa en una tarde, y cuya intensidad emocional permanece mucho después de los créditos finales.
Basada en la novela de Margaret Atwood (autora de The Handmaid’s Tale), Alias Grace parte de un caso real ocurrido en 1843 en Canadá: el brutal asesinato de un hacendado y su ama de llaves, por el cual fue condenada una joven sirvienta irlandesa, Grace Marks. Con una narrativa que se mueve entre el testimonio de Grace ante un médico y los oscuros recuerdos de su pasado, la miniserie se convierte en un inquietante retrato sobre la ambigüedad de la verdad, el poder de las percepciones y la violencia estructural contra las mujeres en un contexto opresivo.
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6 episodios, una verdad esquiva: la miniserie histórica que te hará dudar de todo
Dirigida por Mary Harron (American Psycho) y adaptada por Sarah Polley (Women Talking), la serie destaca por su tono íntimo y cerebral, con una puesta en escena que atrapa desde el primer episodio. La actuación de Sarah Gadon como Grace es hipnótica: cada gesto, cada mirada y cada frase susurrada invitan a cuestionar lo que creemos saber de ella. El espectador es colocado en la misma posición que el doctor Jordan, quien intenta determinar si Grace es culpable, inocente o algo más complejo e inasible.
La historia alterna entre los interrogatorios a Grace y flashbacks que van reconstruyendo su vida, desde su llegada como inmigrante pobre hasta su implicación en los asesinatos. A medida que avanza la trama, las certezas desaparecen y crecen las dudas: ¿fue manipulada?, ¿sufría algún tipo de trastorno?, ¿o fue víctima de una sociedad que la redujo a una herramienta más en manos de los poderosos?
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Uno de los elementos más potentes de la serie es su mirada crítica hacia cómo los hombres —y en especial las figuras de autoridad— proyectan sus deseos, obsesiones o prejuicios sobre Grace. Desde el médico que intenta “leerla” como si fuera un enigma clínico, hasta quienes encuentran en su historia un entretenimiento morboso, todos parecen utilizarla para fines personales. La propia Grace, en sus pensamientos narrados con citas del libro original, reflexiona sobre ese deseo ajeno de poseerla, entenderla, juzgarla o salvarla.
Alias Grace no solo ofrece un drama histórico excelentemente producido, sino que también interpela al espectador moderno en relación al fenómeno del true crime. ¿Por qué nos fascinan las historias de violencia? ¿Qué papel jugamos como público al consumir estos relatos? La serie no da respuestas fáciles, pero sí deja muchas preguntas flotando, como ecos persistentes en la conciencia.