Dos décadas después de reinventar el género zombi con una propuesta tan frenética como angustiante, Danny Boyle y Alex Garland regresaron con Exterminio: La evolución (28 Years Later), la tercera entrega de una saga iniciada con Exterminio (28 Days Later) y continuada, sin ellos, con Exterminio 2 (28 Weeks Later). En esta nueva entrega, los cineastas evitan repetir fórmulas y, en cambio, optan por una experiencia sensorial intensa, repleta de imágenes caóticas, música perturbadora y emociones inesperadamente conmovedoras.
La historia de Exterminio: La evolución sigue a Spike y su padre Jamie (Aaron Taylor-Johnson), casi 30 años después del brote del virus de la ira, ahora mutado y más letal. Viven aislados en una isla conectada al continente británico por una estrecha calzada que desaparece con la marea. Cuando uno de ellos decide adentrarse en la zona de cuarentena, descubre que la pesadilla no solo persiste, sino que ha evolucionado a niveles insospechados. La película, que puedes ver en las salas de Cinépolis y Cinemex, logra ser tan escalofriante como emotiva y ofrece una reflexión profunda sobre la muerte, el miedo y la resignación.
Sony Pictures Releasing
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Lo que muchos no saben es que, antes de llegar a esta poderosa historia, Garland consideró una versión completamente distinta: un filme de acción protagonizado por soldados de élite chinos y enteramente hablado en mandarín. Según explicó a Rolling Stone, la idea era seguir a un escuadrón que cruzaba la zona de cuarentena para llegar al laboratorio donde se originó el virus con la esperanza de encontrar una cura, solo para descubrir que otro grupo ya estaba allí, tratando de convertirlo en un arma biológica.
Garland confesó que esta propuesta, lejos de entusiasmarlo, le pareció “completamente y absolutamente genérica”. El propio Danny Boyle se burló del concepto y, aunque intentaron redirigirlo, ambos terminaron por descartarlo. Irónicamente, ese intento fallido fue el catalizador que los llevó a empezar desde cero, liberándolos creativamente y dándoles permiso de escribir algo completamente distinto y mucho más íntimo.
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La idea de una película en mandarín, con una historia centrada en una operación militar extranjera, pudo haber funcionado como una respuesta simbólica al racismo y los discursos xenófobos que surgieron durante la pandemia de COVID-19. No obstante, los propios creadores reconocieron que, aunque atractiva en papel, la propuesta no aportaba nada nuevo al género y corría el riesgo de parecer una simple repetición de fórmulas vistas en filmes como Aliens.
Afortunadamente, Exterminio: La evolución no solo retomó el espíritu de la película original, sino que expandió su universo con audacia. Los infectados han comenzado a desarrollar comportamientos sociales complejos y la historia, lejos de ser solo una excusa para el terror, se convierte en una poderosa meditación sobre el fin, la pérdida y la humanidad. Garland y Boyle no repitieron el pasado: lo reinventaron con inteligencia.
