Durante la década de los 90, Jim Carrey se consolidó como uno de los actores cómicos más exitosos de Hollywood. Su talento físico, su gesticulación extrema y su energía desbordante brillaron en títulos como Ace Ventura: Detective de mascotas, La máscara y Dos tontos muy tontos. Más adelante, Carrey llevó su estilo inconfundible a películas como Bruce Almighty, convirtiéndose en sinónimo de comedia taquillera para toda una generación.
Sin embargo, el actor también buscó demostrar su versatilidad con papeles más serios. En Man on the Moon, encarnó al legendario comediante Andy Kaufman con una entrega dramática que sorprendió a la crítica, y en Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, mostró su lado más introspectivo en una historia de amor y ciencia ficción que se volvió de culto. Tras esos logros, parecía que Carrey podía conquistar cualquier género hasta que llegó El número 23.
New Line Cinema
‘El número 23’: La fallida incursión de Jim Carrey en el cine de terror
Dirigida por Joel Schumacher y disponible actualmente en HBO Max, El número 23 intentó consolidar a Carrey como protagonista de thrillers psicológicos, pero el resultado fue más desconcertante que exitoso. El actor interpreta a Walter Sparrow, un hombre común cuya vida da un giro perturbador al leer un misterioso libro titulado precisamente El número 23. A medida que avanza en la lectura, empieza a notar aterradoras coincidencias entre la historia del texto y su propia vida, lo que lo arrastra a una obsesión insana con el número que da nombre a la película.
El guion, escrito por Fernley Phillips, quien no volvió a firmar ningún otro proyecto cinematográfico, mezcla teorías conspirativas, delirios matemáticos y elementos de noir en una trama que busca imitar cintas como Memento o El maquinista, pero sin lograr la profundidad emocional ni la coherencia narrativa de aquellas. Todo se reduce a una atmósfera densa, giros forzados y un protagonista en espiral descendente que nunca termina de conectar con el espectador.
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Curiosamente, esta no fue la única incursión de Carrey en el terreno del horror. En 1985 protagonizó Once Bitten, una comedia de vampiros en la que interpretaba a un adolescente perseguido por una condesa centenaria que necesita su sangre virgen para mantenerse joven. Aunque también fue mal recibida en su momento, con el tiempo se ganó el estatus de película de culto, gracias a sus transmisiones regulares en la televisión por cable durante los 2000.
Entonces, si lo que buscas es ver a Jim Carrey en una faceta más oscura, El número 23 está a solo un clic en HBO Max, aunque debes saber que no es precisamente una joya del género. Para algo más disfrutable, Once Bitten ofrece una mezcla ligera de humor, vampiros y nostalgia ochentera, o puedes revivir su interpretación en Mentiroso mentiroso porque, a fin de cuentas, lo de Carrey siempre fue hacer comedias divertidas.