En el cine, los números han servido durante décadas como pistas ocultas, símbolos de ciclos narrativos o referencias culturales que invitan a múltiples interpretaciones. El número 237 en El resplandor de Stanley Kubrick, por ejemplo, se convirtió en una fuente inagotable de teorías conspirativas; mientras que el “23” ha sido central en películas como The Number 23, con Jim Carrey, que exploran la obsesión humana con los patrones numéricos. Incluso películas como Pi de Darren Aronofsky convierten los números en elementos místicos cargados de significado y tensión dramática.
Otros ejemplos más sutiles se encuentran en franquicias como Star Wars, de George Lucas, donde la numeración de los episodios no solo indica continuidad, sino que sugiere una estructura circular, casi mitológica. O en Tenet de Christopher Nolan, donde la inversión temporal se codifica a través de fórmulas matemáticas que reflejan la complejidad de su narrativa. Así, los números no solo son una herramienta de organización, sino un recurso expresivo que ayuda a construir mundos, tiempos y símbolos.
El enigmático número 3 en ‘Superman’: James Gunn revela su verdadero significado
En este contexto, no sorprende que James Gunn haya optado por utilizar el número tres en la escena inicial de Superman, la película que inaugura formalmente el nuevo universo cinematográfico de DC, bajo el título Gods and Monsters. Protagonizada por David Corenswet, Rachel Brosnahan y Nicholas Hoult, esta nueva visión del Hombre de Acero no solo ha recaudado más de 220 millones de dólares en su primer fin de semana a nivel global, sino que también ha sido recibida como un prometedor renacer para DC Studios tras años de inestabilidad narrativa.
DC Studios
La escena en cuestión introduce al espectador con un breve texto en pantalla que estructura la cronología del universo: “hace tres siglos llegaron los metahumanos a la Tierra”, “hace tres años Superman se reveló ante el mundo”, y “hace tres minutos perdió su primera batalla”. Esta triple estructura no solo sitúa al público de forma rápida y efectiva, sino que evoca referencias icónicas como el texto inicial de Star Wars y aporta una épica inmediata al relato.
Muchos especularon que el uso del número 3 escondía algún simbolismo más profundo: ¿quizás una alusión a la Trinidad de DC formada por Superman, Batman y Wonder Woman? Sin embargo, el propio Gunn aclaró que no hay ninguna simbología especial. En una entrevista con CinemaBlend, explicó que se inspiró en Alan Moore, quien solía utilizar patrones numéricos repetitivos en sus historias. Simplemente, el número tres “encajaba” con lo que la película necesitaba narrativamente.
DC Studios
Más allá del simbolismo, la elección del número ayuda a comunicar que esta no es una historia de origen, sino que se nos presenta a un Superman ya establecido en el mundo. EL también director de Guardianes de la Galaxia y El escuadrón suicida explicó que fue intencional evitar contar, una vez más, el clásico relato del bebé que llega desde Krypton. En sus palabras: “ya lo hemos visto suficientes veces”. Con esta decisión, la película gana frescura al no depender de los lugares comunes que han definido al personaje por décadas.
A la vez, este inicio directo con una crisis internacional y un Superman derrotado por primera vez plantea un escenario lleno de peso emocional. Gunn admitió que lograr este equilibrio no fue sencillo. Quería que el espectador sintiera el impacto desde el primer segundo, pero sin abrumarlo. El resultado, según él, fue fruto de muchas pruebas hasta encontrar la fórmula adecuada entre acción, información y tono.