Cuando piensas en Bruce Willis, seguramente te vienen a la mente balaceras, explosiones y frases icónicas. Y no es para menos, el actor ha sido durante décadas el rostro de la acción en Hollywood. Desde su inolvidable rol como John McClane en Duro de matar, pasando por su enigmática participación en Pulp Fiction, hasta películas entrañables como Mi encuentro conmigo y la futurista El Quinto Elemento, Bruce ha estado en todo.
Sin embargo, hay una película que cambió por completo la percepción del actor y lo llevó a demostrar que no solo es una cara de tipo duro. Se trata de El Sexto Sentido, ese thriller sobrenatural que todavía nos provoca escalofríos con solo escuchar la frase: "veo gente muerta". Pero lo que muchos no saben es que detrás de cámaras, Willis también dejó huella, y no solo por su interpretación, sino por un gesto que dejó sin palabras a todo el equipo el primer día de rodaje.
Resulta ser que, además de tener talento y presencia en pantalla, Bruce también tiene un gran corazón. Durante la filmación de esta historia dirigida por M. Night Shyamalan, quien en ese entonces era prácticamente un desconocido, el actor decidió hacer algo inesperado que se ganó el respeto de todos.
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Cuenta la anécdota de Haley Joel, quien diera vida al pequeño Cole en la cinta, que en la primera jornada de grabación fue durante un verano muy caluroso. El equipo estaban concentrado en su trabajo, alistándose y con los nervios a flor de piel. Según Joel, todos estaban tan metidos en la filmación que nadie oyó el sonido de un puesto de helados en la cuadra de al lado, excepto Bruce.
"Bruce caminó hasta el final de la calle y agarró al ayudante más cercano y de mayor confianza. El ayudante se dirigió al policía más cercano, y en un instante, las sirenas aullaron a lo lejos, persiguiendo al hombre desprevenido y bondadoso, quien descubrió que iba a repartir helados a todos los que fueran a verlo. Y Bruce Willis pagó por todo el vecindario", contó acerca del lindo detalle del actor en El sexto sentido.
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Este fue un momento especial donde el héroe de acción más famoso del momento cubrió todo un pedido de helados. Este gesto fue más que un simple acto de generosidad, sino que fue una forma de reconocer el esfuerzo de un equipo que, sin grandes nombres ni recursos, estaba a punto de crear una de las películas más importantes del cine de suspenso moderno.
Con el paso de los años, Bruce se consolidó como leyenda. Pero no solo por sus películas, sino por la forma en la que trató a los demás. En tiempos recientes, su retiro de la actuación debido a su condición de salud ha conmovido al mundo entero. Y estas pequeñas historias nos hacen verlo con aún más cariño y admiración.
