A lo largo de tres décadas, Brad Pitt se ha consolidado como uno de los actores más famosos y magnéticos de Hollywood. Su debut en Thelma & Louise, donde encarnó al inolvidable vaquero seductor, lo catapultó a la fama y lo convirtió rápidamente en símbolo sexual. Desde entonces, ha sabido alternar entre papeles de acción, drama, comedia y cine de autor, consolidando una atractiva filmografía. Películas como Entrevista con el vampiro, Seven, El club de la pelea y Bastardos sin gloria dan cuenta de un intérprete que se atreve a explorar personajes oscuros y moralmente ambiguos.
Su trayectoria ha sido reconocida con múltiples premios, incluido el Oscar por Once Upon a Time in Hollywood, y más recientemente cautivó con su papel en la emocionante F1. Pitt ha sabido equilibrar grandes producciones comerciales como Troya o World War Z con propuestas más arriesgadas como El curioso caso de Benjamin Button o Moneyball. Sin embargo, dentro de esta amplia carrera, existe un título de culto que lo muestra en una faceta cruda y aterradora que puedes ver en Prime Video.
Un viaje por carretera que se convierte en una pesadilla sangrienta
Kalifornia, dirigida por Dominic Sena, es uno de esos thrillers de los años noventa que merece redescubrirse. Con un bajo presupuesto, pero una atmósfera cargada de tensión, la película logra combinar horror, violencia y road movie en una historia que examina cómo la cultura estadounidense consume el asesinato y la sangre como mero entretenimiento. Allí, Pitt se despoja de toda la simpatía que lo había definido en sus inicios y se sumerge en la piel de Early, un asesino sureño que convierte la carretera en un escenario de muerte.
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La trama sigue a Brian (David Duchovny), un escritor de crónica criminal, y a su novia Carrie (Michelle Forbes), fotógrafa feminista, quienes planean un viaje por distintas escenas de crímenes famosos en Estados Unidos. Con la intención de ahorrar dinero, deciden compartir gastos y ponen un anuncio de “ride share”. Lo que nunca imaginaron es que terminarían viajando con un verdadero asesino: Early (Brad Pitt) y su joven e ingenua novia Adele (Juliette Lewis). Este encuentro desata una espiral de violencia donde la ficción se mezcla brutalmente con la realidad.
Desde el inicio del viaje, el espectador sabe que Early ya ha asesinado a su casero, lo que coloca a la pareja protagonista en una tensión constante. Carrie, más perceptiva que Brian, comienza a sospechar que algo no está bien con su compañero de viaje. A medida que avanzan hacia California, Early inicia una escalada de asesinatos que se intercalan con momentos de calma, generando un ritmo inquietante de “falso respiro” seguido por estallidos de brutalidad. El resultado es un thriller de combustión lenta que estalla con violencia visceral en cualquier momento.
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Brad Pitt en su faceta más oscura: el thriller que sorprende en Prime Video
La actuación de Brad Pitt en Kalifornia es uno de los grandes atractivos. Apenas dos años después de ser encasillado como galán en Thelma & Louise, decidió dar un giro radical interpretando a un hombre repulsivo, brutal y dominado por impulsos primarios. Su interpretación evita romantizar la figura del psicópata: Pitt construye a Early con tics nerviosos, miradas turbias y una fisicidad amenazante que transforma sus músculos en instrumentos de violencia. Una de las escenas más impactantes ocurre en una gasolinera, donde asesina brutalmente a un hombre en un baño público tras no tener dinero para pagar, un momento que condensa la ferocidad impredecible del personaje.
Lo más fascinante de esta película es que, pese a la crudeza del papel, Pitt logra un retrato completamente verosímil, sin atisbos de glamour ni concesiones al espectador. En cierto sentido, Kalifornia se convierte en la demostración de que Brad Pitt era mucho más que un rostro bonito: era un actor dispuesto a arriesgarse y a explorar las sombras más incómodas de la condición humana. Ese riesgo lo emparenta con otros grandes thrillers noventeros como Se7en o El silencio de los inocentes.