Cuando escuchamos el nombre de Dwayne "La Roca" Johnson, lo primero que viene a la mente son explosiones, músculos enormes y frases cómicas. Durante años, el actor ha sido el rey de blockbusters familiares y de acción como Jumanji y Alerta roja, siendo el tipo que siempre aparece cuando Hollywood necesita salvar el mundo. Pero para sorpresa de todos, el actor ahora está a punto de protagonizar The Smashing Machine, la película que podría cambiar su carrera para siempre.
Hasta hace poco parecía imposible imaginar a Johnson como candidato al Oscar. Todos lo amaron como El Rey Escorpión y lo han seguido de cerca en Rápidos y Furiosos, y hasta cantaron junto a él en Moana, pero la crítica nunca lo colocó en la liga de los intérpretes "serios". Eso está por cambiar. Su nuevo proyecto, The Smashing Machine, dirigido por Benny Safdie, ya se perfila como la cinta que podría darle la primera nominación al premio de la Academia de toda su carrera.
Pero lo más emocionante es que no sólo se habla de un posible Oscar, sino que hay otra razón poderosa para tener esta película en la mira. Los expertos de la industria creen que The Smashing Machine podría lograr un récord histórico en el rubro de películas independientes que han revolucionado el cine, como Todo en todas partes al mismo tiempo, Midsommar y El legado del diablo.
El giro inesperado de Dwayne Johnson
The Smashing Machine no es otra película repleta de CGI ni una historia de superhéroes. La película retrata la vida real de Mark Kerr, un luchador de artes marciales mixtas que alcanzó la gloria a finales de los noventa y luego enfrentó la oscuridad de la adicción a los analgésicos. Un personaje complejo, vulnerable y completamente distinto a los papeles habituales de Johnson.
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Para Johnson, este papel significa alejarse de la imagen del héroe invencible. Aquí veremos a un hombre que sangra, que sufre, que tropieza y que, sobre todo, es humano. Críticos que ya han tenido acceso al material aseguran que estamos ante la mejor actuación de su carrera, algo que podría cambiar para siempre la manera en la que lo percibe la Academia.
El poder de A24
El otro gran protagonista de esta historia es el estudio A24. Durante la última década se ha convertido en la fábrica de películas que marcan conversación: arriesgadas, diferentes y siempre con un sello inconfundible. Que Dwayne Johnson haya decidido sumarse a un proyecto de A24 ya dice bastante de su voluntad por reinventarse.
Y las expectativas son altas. Analistas apuntan que el estreno de The Smashing Machine podría colocarse como el segundo más grande en la historia del estudio, lo que sería un logro impresionante si recordamos que A24 ha tenido éxitos globales que incluso se coronaron en los Oscar.
Por supuesto, no sería la primera vez que el estudio logra algo así. Tan sólo hay que recordar cómo revitalizó la carrera de Brendan Fraser con La ballena, que terminó con el actor ganando el Oscar. Ahora, la historia podría repetirse con Johnson, en un movimiento que pocos hubieran anticipado hace apenas unos años.