Desde que era niño, Guillermo del Toro supo que los monstruos serían su destino. En una Guadalajara marcada por la religiosidad y el miedo a lo desconocido, el pequeño Guillermo descubrió en la pantalla del televisor una imagen que lo acompañaría por el resto de su vida: el monstruo de Frankenstein de James Whale, interpretado por Boris Karloff. Aquella criatura, más trágica que temible, se convirtió para él en un símbolo de identidad y redención.
El director de Mimic y El espinazo del diablo ha contado en numerosas ocasiones que, al ver por primera vez Frankenstein, sintió algo cercano a una epifanía. Siendo un niño enfermizo, hipocondríaco y obsesionado con la idea de la muerte, se reconoció en el monstruo que no pedía otra cosa que ser aceptado. “Fue como ser golpeado por un rayo de fiebre”, compartió en entrevista con NPR. “Ese monstruo parecía encarnar todo lo que yo creía que estaba mal en mí, pero de una manera hermosa”.
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Cuando Guillermo del Toro encontró belleza en lo monstruoso gracias a ‘Frankenstein’
Desde entonces, del Toro encontró en las criaturas marginadas su verdadero hogar. Frankenstein se convirtió en su santo patrono y en la chispa que encendería una filmografía entera dedicada a la belleza de lo monstruoso. Años más tarde, su cine, desde El laberinto del fauno hasta La forma del agua, exploraría el mismo tema: la humanidad de aquello que la sociedad rechaza. Para el cineasta, los monstruos no son villanos, sino espejos que reflejan nuestras carencias y deseos más profundos.
Su amor por lo fantástico se materializó en títulos como Cronos, Hellboy y Crimson Peak. Pero el germen de toda su filmografía sigue siendo aquel encuentro con la criatura de Karloff, un momento que transformó su miedo en una búsqueda artística y espiritual. En años recientes, Guillermo del Toro ha decidido cerrar el círculo y regresar al mito que lo formó. Su nueva adaptación de Frankenstein, actualmente en salas y que llegará a Netflix el 7 de noviembre, cuenta con un elenco de lujo encabezado por Oscar Isaac, Jacob Elordi y Mia Goth.
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De niño asustado a maestro del horror: la conexión eterna de Guillermo del Toro con ‘Frankenstein’
Del Toro ha dicho que su versión es una historia sobre “la paternidad, la pérdida y la imposibilidad de ser amado por completo”. Con Oscar Isaac como el Dr. Frankenstein y Jacob Elordi como la criatura, la cinta pretende ser una de las interpretaciones más poéticas del mito. Cada imagen, afirma el cineasta, está guiada por la misma emoción que sintió de niño al ver al monstruo cruzar la puerta del laboratorio.
Más allá de Frankenstein, la fascinación de del Toro por los límites entre verdad y engaño también se refleja en El callejón de las almas perdidas, su filme noir ambientado en los años treinta. En esa historia de ferias y falsos mentalistas, explora cómo la necesidad de creer nos vuelve vulnerables. “Vivimos en tiempos donde nos dejamos engañar por mentiras que queremos oír”, ha dicho el director, recordando que la crueldad del espectáculo puede ser tan real como el horror.