En el mundo del cine hay varias frases que se han quedado grabadas en la memoria de los amantes de las películas. Imposible no pensar en Arnold Schwarzenegger diciendo "I'll be back" en Terminator, o en E.T. El extraterrestre diciendo "E.T. llama a casa" y más líneas del estilo.
Todos tenemos una línea que no se borra de nuestra mente que nos hace sonreír o que citamos a cada oportunidad en el día a día. Resulta que, aunque es difícil escoger una frase amada por todos, sí se llegó a un consenso general para encontrar a las 100 mejores frases del cine y la número uno está entre los minutos de Lo que el viento se llevó.
La mejor frase del cine
De acuerdo con el American Film Institute (AFI) la película dirigida por Victor Fleming tiene la mejor frase de todos los tiempos y es pronunciada por Clark Gable en su papel de Rhett Butler. "Frankly, my dear, I don't give a damn", dice en su idioma original el protagonista del filme, frase que nosotros recordamos mejor como "francamente, querida, eso no me importa".
¿Y cómo se llegó a definir que esta frase que es casi como un portazo en la cara fuese la más emblemática? Estas líneas fueron seleccionadas como ganadoras por un jurado de más de "1,500 líderes de la comunidad creativa", como describe el AFI en donde se incluyen artistas cinematográficos, críticos e historiadores.
Metro-Goldwyn-Mayer
Por supuesto que sólo entraron a selección frases de películas estadounidenses que trascendieron en la cultura popular. Así que no, no entraron al concurso frases de Nosotros los pobres, Macario y más aunque sí figuran líneas de El padrino o El mago de Oz.
¿De qué va 'Lo que el viento se llevó'?
Basada en la novela homónima de Margaret Mitchell, la trama sigue la historia de Scarlett O’Hara (Vivien Leigh), una joven fuerte, caprichosa y extremadamente decidida que ve cómo el mundo privilegiado en el que creció se derrumba con la guerra. Obsesionada con Ashley Wilkes (Leslie Howard), Scarlett hará todo lo posible por sobrevivir, proteger la plantación familiar y mantener el control de su destino, incluso cuando eso implique decisiones moralmente cuestionables.
Metro-Goldwyn-Mayer
En el camino aparece Rhett Butler (Clark Gable), un personaje sarcástico y pragmático que entiende mejor que nadie los cambios de la época y que mantiene con Scarlett una relación tan intensa como conflictiva. Mientras el conflicto avanza y los años pasan, la protagonista enfrenta pérdidas, matrimonios fallidos y una transformación personal marcada por la ambición y la resiliencia.