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    Cuarón revela que en 'Roma' expone sus cicatrices personales

    En una entrevista tras el estreno de su cinta en el Festival de Venecia, el director habla sobre el reto de filmar una cinta que salió de un periodo de su vida que lo marcó profundamente.

    La crítica internacional aclamó a Roma como la obra maestra de Alfonso Cuarón en el Festival de Cine de Venecia y el director se sentó a hablar con Deadline sobre los retos que le implicó hacer esta película que se caracteriza por estar inspirada en sus recuerdos de la infancia, creciendo en la colonia Roma dentro de una familia de clase media, y su visión sobre los hechos ocurridos en la matanza de estudiantes durante el jueves de Corpus Christi en 1971.

    Aunque pudiera parecer que técnicamente Roma es pan comido frente a Gravedad, Cuarón puso una serie de reglas al elenco y al equipo de producción que hicieron de Roma una película complicada de filmar. Cuenta que nadie tenía el guion más que él  porque quiso hacer una 'película impredecible', así que habló con cada actor sobre su personaje, pero prohibió que el elenco hablara entre sí sobre los detalles de su interpretación y de las circunstancias que los afectaban...

    Pero no conocían la historia, así que cada día se enteraban de qué pasaba y aprendían de acuerdo a las situaciones que se presentaban, igual que en la vida real.

    Cuarón comentó que, por supuesto, esta técnica a veces logró los momentos que estaba buscando y otras no, pero de eso se trata. También incluyó extras que realmente eran lo que interpretaban, por ejemplo, buscó doctores y enfermeras reales, y permitió que ellos plantearan cómo sucedería una escena para que fuera lo más apegada posible a la realidad.

    El director afirma que el 90% de la escenas fueron realizadas tal cuál él las recuerda y por eso quiso tener el mayor control posible sobre la filmación: dio instrucciones específicas sobre el vestuario y la dirección de arte, y decidió ser su propio cinefotógrafo: "Hay algunos elementos sutiles de ficción porque quería incluir cuestiones temáticas que fueran relevantes para lograr un balance entre el personaje y el contexto social. Porque estamos hablando de cicatrices personales. Esta fue una etapa que me marcó de por vida, y seguramente también a todos los demás. Pero también los eventos sociales que ocurrieron son una cicatriz profunda en la psique de los mexicanos; sigue en nuestra consciencia colectiva.

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