Esta semana llega a los cines mexicanos la película Van Gogh en la puerta de la eternidad, una de las nominadas al Oscar a Mejor actor por la interpretación de Willem Dafoe como el célebre pintor post-impresionista.
Como imaginarán, no es la primera vez que la figura de Vincent Van Gogh ha sido adaptada a la pantalla grande, tan sólo hace algunos años, nos deleitábamos con Loving Vincent (2016), cinta que necesitó de seis años de producción para realizar todas sus escenas pintadas al óleo mientras contaban lo ocurrido tras la muerte del pintor (en 2018, estuvo nominada a Mejor Película de Animación, por cierto). A este última, le antececen: Sed de vivir (1956), Sueños (1990) del director japonés Akira Kurosawa y Van Gogh: Painted with Words (2010), donde Benedict Cumberbatch dio vida al artista neerlandés antes de convertirse en el superhéroe Dr. Strange.
Y aunque todo lo anterior podría orillarte a pensar que no hacía falta una nueva biografía del pintor, a continuación te decimos las razones por las que Van Gogh en la puerta de la eternidad, se te hará un trabajo novedoso.