Todo llega a su final y Netflix no podría haber sido más oportuno para terminar una de sus trilogías juveniles más exitosas y lo hizo en el fin de semana del Día de San Valentín, obviamente nos referimos al estreno de: A todos los chicos: Para siempre, la última parte de la franquicia que inició en 2018 con A todos los chicos de los que me enamoré, comedias románticas basadas en las novelas para adolescentes de Jenny Han. El éxito de las cintas tuvo que ver principalmente con el encanto de la primera entrega y el de sus protagonistas Lara Jean (Lana Condor) y Peter Kavinsky (Noah Centineo). Es el perfecto ejemplo el coming of age ligero que en la década de los 90 cineastas como John Hughes (El club de los cinco) plasmaron a la perfección y años después se replicaran hasta el cansancio.
Lo que sucede con la trilogía de A todos los chicos es que quizá extiende su premisa debido a la razón de su éxito; no intenta reinventar el género, pero es bastante honesta (e ingenua) en lo que propone. En la tercera parte el elenco incluye rostros de estreno, mientras el clímax del romance se centra en el último año de preparatoria de Peter y Lara Jean. Ambos tienen planes para entrar a la misma universidad, pero cuando esto no sucede, los nervios sobre cómo hacer que su relación funcione a futuro se apodera de ellos. Para colmo, un viaje de generación a Nueva York los enfrentara a nuevas reacciones.
Al contrario de A todos los chicos: P.D. Todavía te quiero que se perdió un poco entre la nada, la tercera entrega dialoga mejor con la primera, ya que sus protagonistas se enfrentan a dilemas mucho más reales. Para Lana y Noah, aparte de ser un vehículo de lucimiento, representa buena parte de su revelación en Hollywood y un aumento de seguidores. Lana Condor fue entrevistada por T13 y la también participante de Battle Angel: La última guerrera expresó su sentir sobre terminar un ciclo: “Estas películas me cambiaron la vida y le he dado tanto de mí a Lara Jean. He pasado años interpretándola y siento como si estuviera diciéndole adiós a una parte de mí misma, lo cual me rompe el corazón”. Por otro lado, la actriz escribió en su cuenta de Instagram:
Quiero decir mucho... pero todo lo que diré es: Los amo. Ustedes saben quiénes son, a todos y cada uno de ustedes, gracias desde el fondo de mi corazón por todo. Estas películas están dedicadas para ti, por ti y para ti. Siempre y para siempre, Lana.
Instagram Lana Condor
Por su parte, Centineo está muy contento con la respuesta que han tenido las dos películas anteriores y satisfecho con la manera en la que unieron la última entrega con el resto, aunque sin duda la melancolía de decirle adiós a su personaje lo embarga. Un acto importante en A todos los chicos: Para siempre es la graduación y, aunque la duración del largometraje es de una hora con 55 minutos, al igual que la primera parte, la entrega final dura lo suficiente para satisfacer a los fans. Condor, emocionada y apenada a la vez, confiesa cómo fue en realidad su graduación y lo satisfactorio que fue filmarla: “Yo nunca me gradué en la preparatoria, recibí mi diploma por correo electrónico porque estaba filmando”, reveló la actriz que estuvo en Día del atentado y X-Men: Apocalipsis: “Nunca fui a mi fiesta de graduación, así que fue realmente divertido hacer estas películas con mis amigos y graduarme”.
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Noah Centineo tiene 24 años y Lana Condor 23, por lo que las posibilidades de proyectar sus carreras son ilimitadas. Claramente estará en ellos saber hacia dónde la quieren dirigir y evolucionar tras esta etapa de comedias románticas juveniles. Centineo parece cómodo en el género, ya que ha hecho otros filmes similares como La cita perfecta, pero también se unió al reparto de Black Adam, así que lo veremos en el mundo de los superhéroes a lado de Dwayne Johnson.
