Los actores de método siempre buscan llevar su interpretación al siguiente nivel, el propio Heath Ledger lo demostró al meterse bajo el abrigo del despiadado Joker en Batman: El caballero de la noche; ejemplos así, hay muchos, pero esta vez la nueva película de Netflix, El poder del perro, nos trajo un nuevo caso (tal vez no tan complejo), pero sí apestoso.
La película, dirigida por Jane Campion, se ha mantenido como uno de los títulos favoritos del público entre el catálogo del gigante del streaming. La historia sigue la vida de un par de hermanos que viven del campo, quienes llevan una estrecha relación hasta que George (Jesse Plemons) se casa con la viuda Rose (Kirsten Dunst). Esto afecta su lazo fraternal cuando Phil (Benedict Cumberbatch) se siente amenazado por esta mujer, por ello se dedica a hacerle la vida imposible al igual que a su hijo, Peter (Kodi Smit-McPhee).
Este western está inspirado en la novela homónima de Thomas Savage, por lo que Benedict Cumberbatch hizo hasta lo imposible para meterse en personaje. Y como Phil es un ranchero con obligaciones más importantes que el aseo personal, el coprotagonista de Spider-Man: Sin camino a casa decidió olvidarse del jabón por algunos días, pero esto no terminó siendo muy práctico que digamos, especialmente cuando salía del set de rodaje e intentaba mezclarse entre lo habitantes de Nueva Zelanda, su aroma siempre lo delataba y por supuesto, incomodaba.
¿Por qué Benedict Cumberbatch y Kirsten Dunst no se hablaron durante el rodaje del próximo estreno de Netflix?"Mi familia aún no había llegado y pensé: 'Voy a hacerlo', pero luego me invitaban a salir a comer sushi o a dar un paseo y yo estaba literalmente emanando [mal olor]. Tenía una zona de riesgo biológico a mi alrededor", compartió, en entrevista con USA Today.
No era un buen momento para abrazarse a Cumberbatch y tomarse una selfie.
La principal razón para hacerlo en un principio, cuenta Cumberbatch, era la necesidad de apegarse al personaje y a su "increíblemente sensual" y "naturaleza animal" que tanto caracterizan a Phil Burbank. Sin embargo, las historias de vaqueros difícilmente podrían sobrevivir en el mundo moderno en términos prácticos y el actor británico tuvo que descubrirlo a la mala.
Pero esto no le hizo cambiar de parecer, al menos no del todo, ya que después de aceptar que su mal olor no era para nada una buena idea, optó por mantener la suciedad de su vestuario desde el inicio hasta el final del rodaje. Esto significó que sí retomó sus hábitos de aseo, pero una vez que llegaba a los sets y debía transformarse en el malhumorado y oloroso Phil, sólo debía ponerse las mismas sudadas y deterioradas prendas que utilizó durante todo el rodaje.
'El poder del perro': Final explicado de la película de Netflix con Benedict CumberbatchAunque eso sí, por seguridad del actor, la producción rociaba ocasionalmente una buena cantidad de alcohol para evitar que algunos insectos se ocultaran entre las piezas de ropa y pudieran ocasionar un mal momento a Benedict. "De vez en cuando, los rociaban con un poco de alcohol para que no estuvieran llenos de piojos, pero me las quitaba y ponía con todo tipo de clima".
Es así como Benedict Cumberbatch se convirtió, por un momento, en el sujeto más apestoso de toda la producción, por supuesto todo con el fin de comprometerse al máximo con su personaje y transmitirlo en la pantalla grande. Aunque la actuación de método es algo que pocos hacen en las grandes ligas, también debemos reconocer que desprender mal olor por semanas, es un detalle que pocos fans soportarían al abrazarse con sus ídolos para obtener una selfie. ¿Ya viste El poder del perro? Si aún no lo haces, no olvides esta anécdota mientras veas la película, sin duda tendrás una nueva perspectiva.
