¿Quién no ha salido del cine tarareando una canción que acababa de escuchar en un musical? ¿Quién no preparó un bailable en la primaria con alguna canción de Vaselina? ¿Quién no quería tener a Mary Poppins en su vida? Los musicales nos han dado soundtracks que acompañan nuestra vida y personajes a los que regresamos una y otra vez como Don Lockwood (Gene Kelly) en Cantando bajo la lluvia.
Como un híbrido entre lo mejor de Broadway y la innovación tecnológica sonora de Hollywood nació el musical. Sin embargo, para llegar al punto de hacer viables los musicales primero se realizó El cantante de Jazz (1927), el primer filme en tener sonido y dialógos sincronizados.
Si bien no encaja por completo dentro de la estructura narrativa de un musical que conocemos hoy, la película marcó un antes y un después en la historia del séptimo arte. Un par de años después comenzaría la época dorada del musical en Hollywood, dentro de la que encontramos joyas como Sombrero de copa (1935), Un día en Nueva York (1949) o Un americano en París (1951), producciones que además nos regalaron a iconos de la coreografía como los son Fred Astaire, Gene Kelly, Ginger Rogers, entre otros.
El periodo del musical se extiende hasta bien entrado el nuevo milenio, pero la conmoción por ellos ya no era la misma. No obstante, en el 2016 aparece un joven director que intenta rendir homenaje a todas estas producciones, y de paso a algunos iconos de la cultura pop, con La La Land: Una historia de amor. La película fue premiada en festivales y una de las favoritas dentro de la temporada de premios.
Cineastas como Damien Chazelle o John Carney han traído de vuelta la magia de los musicales y por ello estamos agradecidos. Si tú, como nosotros, eres fan de dicho género, te hemos preparado un especial con 30 recomendaciones que no puedes perder de vista. ¿Cuántos has visto?