Los fanáticos de la ciencia ficción son quizás quienes más tienen historias de otros mundos para descubrir. Ya sea que viajen a otro planeta como en cualquier película de Star Wars, sean acechados en su propio rancho por una nave alienígena como en Nope o se vuelvan dominados por una especie que evolucionó como en El planeta de los simios, los amantes de este género pueden transportarse a miles de escenarios y conocer todo tipo de personajes que provocarán terror o incluso ternura.
Uno de los mejores ejemplos es HAL-9000 de 2001: Una odisea en el espacio, pues aunque era lo que parecía una simple máquina manejada por inteligencia artificial, la tranquila y a la vez perturbadora voz de Douglas Rain provocó el miedo entre millones de espectadores a lo largo de las décadas. Claro que también están los héroes, como el personaje de Daniel Kaluuya en Nope, aunque también existen los que ni siquiera hablan y aún así logran lo impensable.
Wall-E entra en dicha categoría, pues desde su estreno en 2008 se transformó en uno de los personajes más queridos del cine de Disney Pixar y nadie ha podido olvidar su travesía en un mundo desértico y olvidado por la humanidad. Situada en 2805, la Tierra no tenía habitantes más que un pequeño robot que se encargaba de limpiar la basura que los humanos habían dejado tras su paso por el planeta. Abandonado y completamente solo, pronto llega una nueva máquina que cambiará su vida por completo.
La cinta de Andrew Stanton (Buscando a Nemo, John Carter) fue todo un éxito entre las audiencias y la crítica, además de que estuvo nominada a seis premios de la Academia, de los cuales quedó como ganadora en la categoría de Mejor película animada. Pixar tiene acostumbrado al público a ver historias sobre objetos inanimados que logran provocar emociones que alguien jamás se hubiera imaginado y Wall-E fue un caso más de ese fenómeno, sólo que en esta ocasión se trataba de una producción de ciencia ficción.
Pixar Animation Studios
Este largometraje animado aborda temas como el consumismo, la ambición de los corporativos, el manejo de desechos, el impacto medioambiental de los seres humanos, la obesidad y el apocalipsis. Era más que obvio que este retrato tocaría algunas temáticas sensibles para los espectadores, pero una de las escenas que más duelen es cuando Eva repara a Wall-E, pero se da cuenta que su memoria y personalidad fueron borradas.
Es entonces cuando Eva le da un beso de despedida al pequeño robot y se restaura a la normalidad, mientras que los humanos y los robots del Axioma san sus primeros pasos en la Tierra y siembran la planta, para luego ver en los créditos que el planeta se ha reconstruido y se convirtió en un árbol frondoso que es un paraíso. ¿Consideras que es una de las escenas más tristes en el cine de ciencia ficción?
