Netflix estrenó recientemente Lo mejor del mundo, que es una película mexicana dirigida por Salvador Espinosa que ha logrado conectar con el público gracias a su sensibilidad y enfoque intensamente íntimo sobre las relaciones familiares. Con una duración de apenas 84 minutos, el filme mezcla drama y comedia para explorar cómo los lazos afectivos se construyen (y reconstruyen) a través del tiempo, el duelo y la convivencia.
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Protagonizada por Michel Brown, Darío Yazbek, Ilse Salas y Paulina Gaitán, la historia gira en torno a Gallo, que es un productor de televisión cuya rutina da un giro inesperado tras una pérdida significativa. Cumpliendo una promesa importante, se embarca en un viaje con su hijo Benito y con Diana, una vieja amiga, que los lleva a reencontrarse con el pasado y replantearse su forma de amar y convivir.
Sin embargo, aunque el relato logra tocar fibras muy reales y humanas, no está basada en hechos reales. En su lugar, se trata de una adaptación mexicana de la película argentina Hoy se arregla el mundo de 2022, dirigida por Ariel Winograd y protagonizada por Leonardo Sbaraglia.
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Ambas películas son ficciones creadas con el propósito de reflexionar sobre la paternidad, así como de los modelos de familia no convencionales y los vínculos que se fortalecen más allá de los lazos biológicos. Además, el guion propone una mirada empática sobre los vínculos afectivos, pero no está inspirado en una historia verídica ni en personajes reales.
En el reparto de la versión mexicana podemos ver a Michel Brown como Gallo, Darío Yazbek Bernal como Benito, Ilse Salas como Diana, Paulina Gaitán, Mercedes Hernández, Giuseppe Gamba, Tato Alexander, Memo Villegas y Rodrigo Murray.
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Pese a que el final de la cinta deja abierta la reflexión sobre qué define realmente a un padre y cómo los lazos emocionales pueden nacer del amor, incluso cuando las estructuras familiares se transforman, esta conmovedora suposición surgió de una ficción.