Durante décadas, Hollywood ha intentado capturar la emoción del automovilismo en la pantalla grande, pero con resultados dispares. La mayoría de las películas sobre Fórmula 1 o carreras profesionales (como Alta velocidad con Sylvester Stallone o Días de trueno con Tom Cruise) han fallado en representar con autenticidad la velocidad, la precisión y la intensidad de este deporte. Sin embargo, con F1, el reciente estreno en Cinépolis y Cinemex, todo eso está a punto de cambiar.
A diferencia de sus predecesoras, F1 se destaca por poner a Brad Pitt al volante de un verdadero monoplaza diseñado con tecnología de Fórmula 2, modificado especialmente para acercarse al diseño y rendimiento de los modelos más recientes de la Fórmula 1. Gracias a una colaboración directa con Mercedes, y a una propuesta del propio Toto Wolff, director del equipo, se desarrolló un vehículo funcional, no solo para la acción, sino también como plataforma técnica para la filmación.
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Brad Pitt se sube a un F1 de verdad y desafía todos los clichés del cine de automovilismo
Estos monoplazas no son meros adornos de utilería. Han sido equipados con 15 soportes para cámaras, grabadoras, transmisores y baterías integradas, permitiendo capturar cada movimiento, vibración y giro desde ángulos imposibles. Así, el espectador podrá experimentar la velocidad y el vértigo desde la perspectiva del piloto, en una inmersión visual pocas veces vista en este tipo de películas. Esta apuesta técnica es una declaración de principios: F1 no quiere parecer real, quiere serlo.
El director Joseph Kosinski, conocido por su trabajo en Top Gun: Maverick, explicó en entrevista con Deadline que el objetivo siempre fue capturar la esencia pura del automovilismo, evitando las convenciones visuales que han limitado otras producciones. La idea de Toto Wolff de partir de un diseño de Fórmula 2 fue clave para mantener equilibrio entre seguridad, velocidad y estética. La participación de expertos en aerodinámica y diseño de Mercedes permitió un nivel de detalle y realismo sin precedentes.
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Además, la implicación del siete veces campeón del mundo Lewis Hamilton fue crucial. En palabras del productor Jerry Bruckheimer, fue Hamilton quien señaló que ninguna película había logrado retratar lo que verdaderamente se siente al conducir un auto de Fórmula 1. A partir de esa observación, todo el enfoque de la película cambió, buscando una experiencia lo más cercana posible a la vida real en la pista.
La historia de F1 gira en torno a Sonny Hayes, un ex piloto retirado que regresa a las pistas para entrenar a una joven promesa, Joshua Pearce, interpretado por Damson Idris. Ambos forman parte del equipo ficticio APXGP, cuyo líder es encarnado por Javier Bardem. El elenco se completa con nombres como Kerry Condon, Tobias Menzies, Kim Bodnia, Samson Kayo y Sarah Niles, en una producción original de Apple que combina drama, adrenalina y realismo deportivo.
