En 1992, David Lynch presentó en Cannes la película Twin Peaks: Fire Walk with Me, un proyecto que, en su momento, fue considerado un fracaso estrepitoso. La cinta, precuela de la célebre serie televisiva Twin Peaks, no cumplió con las expectativas del público ni de la crítica de la época. Entre sus detractores más notorios se encontró Quentin Tarantino, quien no dudó en atacar duramente el trabajo de su colega.
¿Por qué Quentin Tarantino odió ‘Twin Peaks: Fire Walk with Me’ de David Lynch?
En una entrevista con LA Weekly poco después del estreno, Tarantino declaró que Lynch había “desaparecido tan lejos dentro de sí mismo” que no tenía ningún deseo de volver a ver una de sus películas. El director de Pulp Fiction fue tajante al decir: “Después de ver Twin Peaks: Fire Walk with Me en Cannes, no tengo ningún deseo de ver otra película de David Lynch hasta que escuche algo diferente”.
Las palabras sorprendieron porque Tarantino también reconoció que admiraba a Lynch. “Y saben, lo amo. Lo amaba”, añadió, marcando un contraste entre el respeto que sentía por el autor de El hombre elefante y Blue Velvet y su decepción con el filme de Twin Peaks. Sin embargo, lo que en los noventa fue considerado una crítica contundente, hoy se observa con otros ojos.
Lynch/Frost Productions
¿Precuela o secuela? La confusión que enfadó a los fans y Tarantino
Uno de los principales motivos de la decepción inicial fue que los fans esperaban una secuela directa de la serie de televisión, cuyo final había quedado en un enorme cliffhanger. En cambio, Lynch presentó una precuela centrada en los últimos días de Laura Palmer, con un tono mucho más oscuro que el del programa original. La película abordaba sin tapujos temas de incesto, abuso y violencia, lo que resultó desconcertante para gran parte de la audiencia.
Tarantino, recién llegado a Hollywood con Perros de reserva, tenía su propia visión sobre lo que debía ser una narrativa contundente y efectiva. En ese contexto, sus críticas a Lynch parecían reflejar tanto la sorpresa ante la crudeza del filme como la incomodidad generalizada que provocó en Cannes. Sin embargo, con el paso del tiempo, sus palabras han sido vistas como excesivamente duras e incluso hipócritas, considerando que él mismo también tendría películas consideradas fracasos.
Lynch/Frost Productions
Ejemplos como Death Proof o The Hateful Eight demuestran que la carrera de Tarantino no estuvo exenta de tropiezos. Al juzgar con tanta dureza a Lynch en 1992, el joven cineasta quizá no consideraba que la percepción de una película puede cambiar con el tiempo. De hecho, Twin Peaks: Fire Walk with Me ha sido revalorizada y hoy muchos críticos la consideran una de las obras más poderosas y arriesgadas de Lynch.
