Desde su estreno en 2016, Stranger Things se ha consolidado como uno de los mayores fenómenos de la cultura pop contemporánea. Creada por los hermanos Ross Duffer y Matt Duffer, la serie de Netflix revitalizó el amor por los años ochenta, el cine de aventuras juveniles y el horror sobrenatural, al tiempo que introdujo a una nueva generación de actores que hoy son rostros indispensables de la industria. Su mezcla de nostalgia, terror y emoción la convirtió en un éxito mundial y en un referente de la televisión moderna junto a joyas como Game of Thrones, Succesion y El juego del calamar.
Con cinco temporadas planeadas, Stranger Things se acerca a su gran final tras casi una década de misterio, amistad y monstruos del “Upside Down”. El elenco, encabezado por Millie Bobby Brown, Finn Wolfhard y Gaten Matarazzo, ha crecido junto a la serie. Pero muchos de sus integrantes han demostrado su talento más allá de Hawkins. Entre ellos destacan Maya Hawke y Sadie Sink, dos intérpretes que conquistaron al público y encontraron en el género del terror una oportunidad para explorar nuevos registros actorales.
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Lo que pocos recuerdan: Maya Hawke y Sadie Sink lucharon contra asesinos sobrenaturales en esta trilogía de Netflix
Maya Hawke se unió a Stranger Things en la tercera temporada como Robin Buckley, la carismática compañera de trabajo de Steve Harrington. Hija de Ethan Hawke y Uma Thurman, la actriz ha desarrollado una carrera que combina cine independiente y producciones de gran impacto. Sadie Sink, por su parte, llegó en la segunda temporada como Max Mayfield, una adolescente fuerte y rebelde que se convirtió en pieza clave del grupo. Además de la serie, Sink ha destacado en La ballena junto a Brendan Fraser, y ambas compartieron una experiencia común en el universo del terror con Fear Street, la trilogía slasher de Netflix basada en las novelas de R.L. Stine.
Estrenada en el verano de 2021, la trilogía Fear Street se convirtió en un fenómeno inesperado. Netflix lanzó las tres películas con una semana de diferencia, manteniendo la expectación del público. Inspirada en la saga literaria de Stine, la historia sigue a un grupo de jóvenes de Shadyside, un pueblo marcado por una maldición que provoca la aparición de asesinos sobrenaturales. El resultado fue una mezcla de horror juvenil, humor negro y homenajes al cine slasher clásico.
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El regreso del slasher: cómo ‘Fear Street’ reinventó el terror juvenil con estilo retro
En Fear Street: 1994, Maya Hawke interpreta a Heather, una empleada de librería cuya aparición inicial remite al icónico inicio de Scream con Drew Barrymore. Su breve pero intensa participación sirve como punto de partida para una ola de asesinatos que conecta las tres entregas. Esta primera parte destaca por su ambientación retro, su estética de neón y una banda sonora repleta de clásicos de los noventa. Además, introdujo el misterio de Sarah Fier, la bruja que maldijo a Shadyside.
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La segunda entrega, Fear Street: 1978, es considerada por muchos como la mejor de la trilogía. Ambientada en un campamento de verano, recupera la atmósfera y el estilo de películas como Viernes 13. Sadie Sink brilla en el papel de Ziggy Berman, una chica rebelde y sensible que intenta sobrevivir al caos cuando una posesión comienza a perpetrar asesinatos. Su interpretación fue ampliamente elogiada por la crítica y los fans, consolidándola como una de las jóvenes promesas del terror contemporáneo.
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Fear Street: 1666, la tercera parte, funciona como precuela y cierre del ciclo. Aquí, la protagonista Deena viaja al pasado y descubre los orígenes de la maldición que atormenta al pueblo. Ambientada en una aldea puritana, la película combina elementos de drama histórico con horror sobrenatural, aportando una dimensión más trágica y emocional a la historia. Su desenlace une todos los hilos narrativos, ofreciendo una conclusión sorprendentemente satisfactoria.
Tras el éxito de la trilogía, Netflix estrenó Fear Street: Prom Queen, ambientada en 1988 y centrada en un concurso escolar que se convierte en una pesadilla cuando un asesino comienza a eliminar a las candidatas, expandiendo el universo cr eado por R.L. Stine y manteniendo viva la conexión entre el terror juvenil y la nostalgia. Tanto Stranger Things como Fear Street demuestran que el horror sigue siendo el territorio ideal para que nuevas generaciones de actrices (como Maya Hawke y Sadie Sink) se enfrenten a sus propios demonios en la pantalla.
