Daniel Radcliffe se ha convertido en ese actor al que una generación entera volta a ver para calcular cuántos años han pasado; si Potter tiene 32, entonces nosotros, los milennials, debemos andar por ahí también. El actor ha bromeado sobre esto, pero también ha admitido que precisamente esa clase de atención masiva fue lo que provocó su alcoholismo durante las últimas entregas de Harry Potter.
En 2020, el también protagonista de Kill Your Darlings confesó lo desgastante que había sido tener que lidiar con la fama desde pequeño y cómo la única manera de lograrlo fue emborrachándose todos los días. "Pudo haber estado todo en mi cabeza, pero yo me sentía vigilado todo el tiempo, cuando entraba a un bar y, en mi caso, la manera más fácil de olvidar que estaba siendo escrutinado era emborracharme", detalló Radcliffe para The Off Camera Show con Sam Jones.
La descripción anterior se convirtió en rutina para el actor británico desde los 18 años, por lo que podemos asegurar que fue en la temporada en que grabó La orden del fénix y Harry Potter y el misterio del príncipe. Durante otra entrevista, Radcliffe admitió que jamás bebió en el set de grabación, pero sí llegó alcoholizado a grabar varias de sus secuencias: "Puedo señalar escenas en las que estaba completamente perdido".
A pesar de asegurar que su problema con el alcohol había terminado en 2010, cuando decidió estar sobrio para el estreno de Harry Potter y las reliquias de la muerte parte 2, Radcliffe fue captado por paparazzi dos años después en un bar de Nueva York del que se le pidió retirarse por estar demasiado ebrio.
Actualmente lleva un estilo de vida mucho más tranquilo y se encuentra en una relación amorosa con la también actriz Erin Darke desde 2012. Daniel Radcliffe apareció junto a Emma Watson, Rupert Grint y Gary Oldman en el reencuentro por el 20 aniversario de Harry Potter, y aunque ya sabíamos que J.K Rowling no asistiría a la celebración por sus controversiales declaraciones, hubo ausencias de figuras clave en la historia que aún no perdonamos los fanáticos.