El deceso de Olivia Newton-John, la estrella de Vaselina, ha conmovido a todas las personas que influenció con su música, a su propia familia que ha compartido los últimos audios con medios estadunidenses, mensajes; a su coestrella en el musical dirigido por Randall Kleiser, John Travolta, hasta los vendedores de discos han hecho sus tributos vendiendo todo el material de su longeva discografía, pero nos ha dejado una lección bastante cruda que tenemos que tener en mente.
Newton-John falleció antier después de décadas de batallar con el cáncer de mama que le diagnosticaron en 1992, una enfermedad que hizo metástasis y se expandió por su espalda, condición que reveló hasta 2018 de forma pública. El año pasado dio su última entrevista al podcast Life of Greatness donde confesó que batallardurante 30 años con el cáncer la hizo asimilar de mejor manera su entonces inminente partida del mundo físico.
"He contemplado la muerte bastantes veces. Demasiado pronto como yo lo hubiera querido. Todos sabemos que vamos a morir, pero pasamos la vida entera negándolo", explicó la actriz y cantante. Después nos pudimos enterar que, para sobrellevar su destino, se encomendó al terreno espiritual para entender cuál fue su misión al serle otorgada la vida. En pocas palabras, como muchos lo han hecho, se preparó para su último día en la tierra. Y se fue dormida en su casa, en California.
"Sé que todos nos vamos a convertir en energías. Así que estoy ansiosa (de sentirlo), no ahora, pero cuando suceda", agregó. Newton-John participó, entre sus últimos trabajos en la pantalla, en The Very Excellent Mr. Dundee, una cinta de la saga Sharknado, la de Sharknado 5; y su famoso cameo en el musical Glee, donde le rindieron tributo con el video musical de su éxito "Physical".
@JOHNTRAVOLTA
Uno de sus sobrinos confirmó que su tía no tenía ni el más mínimo temor de jamás volver a despertar. "Yo le pregunté si tenía miedo de morir. Me dijo que no. Nunca. Que en vida hizo más cosas de las que hubiera imaginado", expresó. Se espera que se hagan tributos de Newton-John tan pronto como la familia haya encontrado la más pronta resignación. Ojalá los chicos de Vaselina hagan algo especial, como aquel reencuentro con John hace dos décadas.
