En 1959, Alfred Hitchcock abre su última película, North by Northwest, al éxito tanto crítico como comercial, pero le preocupa la insinuación de un periodista de que debería retirarse. Buscando recuperar la audacia artística de su juventud, Hitchcock rechaza propuestas cinematográficas muy atractivas en favor de una novela de terror llamada Psycho de Robert Bloch, basada en los crímenes de la vida real del asesino Ed Gein. La esposa y colaboradora artística de Hitchcock, Alma, no está más entusiasmada con la idea que sus colegas. Las presiones de la producción y los hábitos lujuriosos de Hitchcock molestan a Alma, así que ella comienza una colaboración de escritura personal con Whitfield Cook en un guion. En Hitchcock, el maestro del suspenso, protagonizada por Anthony Hopkins y Helen Mirren, somos testigos de cómo la tensión matrimonial resultante afecta el trabajo del legendario director.