Ser rico y famoso como George Clooney, Tom Cruise, Brad Pitt o Leonardo DiCaprio es el sueño de muchos, pero en Hollywood ese estilo de vida glamuroso suele traer consigo un costo inevitable: la pérdida casi total de la privacidad. A mayor reconocimiento, más difícil se vuelve para las estrellas como Angelina Jolie, Jennifer Lawrence o Kristen Stewart disfrutar de una vida personal sin interrupciones, pues los admiradores aparecen en cualquier lugar, incluso en una simple caminata por el parque.
Entre saludos, selfies y sonrisas, la mayoría de los fanáticos busca algo más personal: un autógrafo, ya sea como recuerdo, pieza de colección o incluso como objeto de venta. Sin embargo, para algunas celebridades este gesto puede resultar abrumador o invasivo. Aunque muchos disfrutan de ese contacto directo con el público, existen figuras de primer nivel que han tomado una decisión firme: no firman autógrafos bajo ninguna circunstancia.
James Cameron
BBC
James Cameron es uno de los directores más exitosos en la historia de Hollywood, con una filmografía que incluye títulos como Terminator y Titanic, además de la multimillonaria franquicia Avatar. Su reputación de genio del cine lo ha convertido en una figura casi tan solicitada como cualquier estrella de actuación, con admiradores que buscan su firma en cada aparición pública.
Sin embargo, Cameron también ha demostrado un carácter temperamental y poco dispuesto a complacer. En 2022, durante la promoción de Avatar: El camino del agua, se negó a firmar autógrafos tras una proyección y, ante la molestia de los fans, incluso les dedicó un gesto obsceno. Aunque su talento es indiscutible, este episodio consolidó su imagen como uno de los directores menos amigables con sus seguidores.
Bryan Cranston
The Wrap
Reconocido por su papel como Walter White en Breaking Bad, Bryan Cranston es uno de los actores más queridos de Hollywood, con seis premios Emmy en su haber y una carrera que abarca éxitos en televisión como Malcolm in the Middle y participaciones memorables en Seinfeld. Su carisma lo ha convertido en un ídolo para varias generaciones de espectadores.
Aun así, Cranston sorprendió al anunciar en Twitter que dejaría de firmar autógrafos tras casi dos décadas de hacerlo. Explicó que la demanda se había vuelto abrumadora, aunque dejó claro que no renunciaba al contacto con sus admiradores: prefería selfies y momentos personalizados antes que ceder a un mar de firmas. Su honestidad y amabilidad hicieron que la decisión fuera comprendida y hasta aplaudida por los fans.
Cameron Diaz
Netflix
En los años noventa, Cameron Diaz se consolidó como una de las grandes estrellas de Hollywood con películas como La máscara, Loco por Mary y Los ángeles de Charlie. Su versatilidad y simpatía la llevaron a ser una actriz seguida por públicos de todas las edades, desde comedias románticas hasta su inolvidable voz como la princesa Fiona en Shrek.
No obstante, su relación con los fans ha tenido momentos tensos. Durante un estreno en Nueva York en 2014, fue duramente criticada por negarse a firmar autógrafos y mostrarse, junto a Jason Segel, distante con quienes esperaban horas por un gesto suyo. Algunos testigos describieron su actitud como “desagradable” y se sintieron decepcionados, lo que empañó la imagen cercana que muchos tenían de ella.
Brie Larson
Time International
Ganadora del Oscar por La habitacióny protagonista de grandes franquicias como el Universo Cinematográfico de Marvel, Brie Larson es hoy una de las actrices más influyentes de Hollywood. Desde sus primeros papeles en Scott Pilgrim vs. The World y Don Jon, ha demostrado talento y versatilidad en distintos géneros.
Sin embargo, Larson ha dejado claro que los autógrafos no son su prioridad. En 2015, un fan relató cómo la actriz, durante el Festival de Toronto, se negó a firmar, aunque accedió de buena gana a tomarse una selfie sonriente con él. Su disposición a interactuar de otra manera con sus seguidores muestra que prefiere encuentros más personales y menos transaccionales.
Tobey Maguire
Celebrity Networth
Con la trilogía de Spider-Man de Sam Raimi, Tobey Maguire se convirtió en el héroe de toda una generación. El enorme éxito de esas películas lo catapultó a una fama arrolladora y lo convirtió en blanco de fanáticos y cazadores de autógrafos que buscaban lucrar con su firma.
Maguire ha explicado que su negativa no siempre es hacia los admiradores genuinos, sino hacia los revendedores que esperan en restaurantes y eventos privados. En entrevistas ha aclarado que sí accede a firmar para niños o fans auténticos, pero que evita alimentar el mercado de quienes comercian con su nombre. Su postura refleja el desgaste de la fama, pero también un intento de mantener un equilibrio con su vida personal.