En el cine y la televisión nada surge de la nada. Siempre hay un punto de partida que prende la chispa creativa: puede ser un libro que se transforma en franquicia millonaria como Los juegos del hambre o Harry Potter, hechos paranormales que supuestamente ocurrieron en la vida real y terminaron en cintas como El exorcista o El conjuro, o incluso personajes escalofriantes basados en criminales verdaderos, como Hannibal Lecter en El silencio de los inocentes. Al final, todo lo que vemos en pantalla tiene raíces más profundas de lo que imaginamos.
Lo mismo ha ocurrido producciones latinoamericanas que han llegado a Netflix, demostrando que la región no podía ser la excepción. En medio de tantas opciones de drama, acción y suspenso, una producción está arrasando en la plataforma y generando conversación en todos lados. Lo interesante es que no salió de la nada: su historia proviene de otra serie que ya se había ganado el respeto del público hace algunos años.
UN FENÓMENO HACE A OTRO FENÓNEMO
Estamos hablando de El marginal, la aclamada serie argentina ambientada en un mundo carcelario brutal y crudo, que se convirtió en la semilla de En el barro, la ficción que actualmente ocupa el puesto número uno en Netflix en varios países. Lo que hoy parece una novedad en realidad tiene su origen en una producción de hace años, que casualmente también está disponible para streaming. Si no has visto ninguna de las dos, deberías maratonearlas ya mismo.
Netflix
El marginal fue todo un fenómeno en su momento. La historia seguía a un expolicía infiltrado en una prisión para resolver un secuestro, pero lo que parecía una misión temporal se convertía en una pesadilla. El ambiente de la cárcel era tan hostil, realista y lleno de intrigas que rápidamente captó la atención internacional.
La crudeza fue la base perfecta para que, años más tarde, Netflix apostara por un spin-off ambientado en el mismo universo: En el barro. Esta vez, la historia se centra en las mujeres privadas de la libertad y en todo lo que viven puertas adentro de un reclusorio femenino. La serie, estrenada en 2025, retomó el estilo rudo y descarnado de El marginal, pero con un enfoque fresco que lo hace más actual.
MISMO UNIVERSO, DISTINTAS HISTORIAS
Algo interesante de En el barro es que, aunque es heredera directa de El marginal, no necesita que hayas visto la original para engancharte. Cada episodio está cargado de tensión, giros inesperados y personajes femeninos que se roban la pantalla con sus propias historias de supervivencia, resistencia y poder.
Netflix
Pero si algo demuestra el éxito de la serie es que el público de todo el mundo está listo para consumir producciones latinas con el mismo entusiasmo que las estadounidenses o europeas. No por nada, En el barro se ha convertido en la número uno en Netflix. Si no tienes plan de fin de semana, ver ambas series se convertirá en tu siguiente tarea.
