Stephen King ha visto cómo muchas de sus novelas han sido trasladadas a la pantalla con enorme éxito, logrando que sus obsesiones sobre el mal cotidiano, la violencia estructural y los miedos íntimos adquirieran nuevas formas visuales. Basta recordar clásicos como El resplandor de Stanley Kubrick, que convirtió la soledad y la locura en una experiencia sensorial abrumadora, o Carrie de Brian De Palma, donde la represión adolescente y el fanatismo religioso estallan en un clímax sangriento inolvidable.
A lo largo de las décadas, el maestro del horror ha demostrado que su obra es terreno fértil para el cine de género en todas sus variantes. Cementerio maldito, It y Doctor Sueño han ofrecido visiones sobre la muerte, el trauma y la herencia del mal. Por otro lado, adaptaciones como Sueños de fuga o Cuenta conmigo han explorado la amistad y la redención, mostrando la amplitud temática de un autor que no se limita al terror puro.
Cómo esta adaptación de Stephen King logra equilibrar el terror psicológico con la ciencia ficción
En este linaje cinematográfico aparece ahora Camina o muere, una de las propuestas más esperadas. Basada en la novela La larga marcha publicada en 1979 bajo el seudónimo Richard Bachman, esta nueva adaptación dirigida por Francis Lawrence (conocido por Constantine y Soy leyenda) ha sorprendido a la crítica internacional, al grado de ser descrita como “una de las mejores películas de terror y ciencia ficción del año” y “una de las adaptaciones más sólidas de Stephen King”.
Lionsgate
La historia se sitúa en un futuro distópico en el que Estados Unidos vive bajo un régimen autoritario. Cada año se organiza una competencia brutal que convoca a cincuenta jóvenes para participar en una caminata sin fin: deben mantenerse en movimiento sin detenerse, pues cada tropiezo o pausa les acarrea advertencias y finalmente la muerte. Transmitido como espectáculo de masas, este evento refleja la banalización del sufrimiento humano y la violencia como forma de control político y entretenimiento.
El protagonista, Ray Garraty, interpretado por Cooper Hoffman, es uno de los jóvenes reclutados para esta marcha de resistencia física y mental. Junto a él desfilan personajes encarnados por Charlie Plummer, David Jonsson, Ben Wang y Josh Hamilton, en un reparto que también incluye a Judy Greer y la presencia estelar de Mark Hamill. El guion de JT Mollner introduce cambios respecto a la novela original, pero según la crítica, estos ajustes no diluyen la dureza de la propuesta, sino que potencian su crudeza.
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‘Camina o Muere’ y su banda sonora que promete ser inolvidable
Uno de los elementos más comentados ha sido su banda sonora, considerada por varios críticos como “casi perfecta”. Francis Lawrence y su equipo han sabido combinar temas sombríos con piezas de tensión atmosférica que acompañan la desesperación de los personajes. La música no solo subraya la angustia de cada paso, sino que también crea una resonancia emocional con el espectador, reforzando la sensación de que esta carrera hacia la muerte es tanto un espectáculo macabro como un reflejo de la alienación contemporánea.
Camina o muere se erige, entonces, como una película que mezcla lo perturbador del terror con la crítica social de la ciencia ficción, y que encuentra en su historia un eco inquietante en la actualidad. Para quienes han seguido las adaptaciones del autor, esta obra no solo promete honrar el material original, sino que pretende proyectarlo con fuerza renovada.