La nueva normalidad en las series implica el uso de maniquíes como personas y más

La crisis sanitaria del coronavirus está llevando al mundo, en sus múltiples disciplinas, a enfrentarse a escenarios que jamás se habían planteado. Particularmente la industria del entretenimiento se reestructura y reinventa a la velocidad de la luz y es que con más de cinco meses (o más en algunos casos) sin trabajar, muchas producciones para la televisión y el cine han empezado a trabajar con cierto protocolo (como Avatar o la serie de El señor de los anillos), pero ¿cómo narrar historias cuando el contacto humano es vital para los relatos? Es decir: ¿tendremos que empezar a acostumbrarnos a ver personajes deambulando en las pantallas también con cubrebocas?

Estados Unidos, España, México, entre algunos países, han arrancado rodajes de distintas producciones. Grandes películas como Jurassic World: Dominion o Songbird de Michael Bay, ya están en rodaje con todos los requerimientos sanitarios que se necesitan o por lo menos los que ellos mismos han implementado. Lo que ha llamado la atención, especialmente en las producciones estadounidenses, es que no serán efectos visuales lo que se utilicen para escenas donde haya aglomeraciones y lo que en su momento eran extras, ahora serán sustituidos por maniquíes. Sí, con muñecos de goma en la mayoría de los casos, incluso para las escenas de románticas también se está optando por esta práctica para minimizar el riesgo de que los actores involucrados se puedan contagiar de COVID-19.

Cierto, las pruebas de coronavirus para todas las producciones serán constantes, pero el margen de riesgo seguirá ahí mientras no exista una vacuna, ya que en el ir y venir de sus vidas al trabajo inevitablemente están expuestos. De acuerdo con El País, la semana pasada la telenovela de la CBS: The Bold and the Beautiful emitió su primer episodio grabado en las últimas semanas. Los cambios fueron: trucos de cámara que impiden notar la distancia entre los actores; maniquíes que aparentan ser extras y hacer bulto en las tomas, y también muñecos que acompañarán a las actrices en las escenas de amor, por lo que los abrazos y los besos serán ahora a una figura de plástico.

La estrategia y la habilidad para filmar tendrá que ser más minuciosa para obtener un efecto realista, mientras que otra de las medidas es que el actor en cuestión lleve a su pareja de la vida real, si es que aplica, y vestirlo justo como el personaje de la escena, para así no tener riesgo de contagiar a otro intérprete. La pregunta es ¿y si no se parecen físicamente? Bradley Bell, productor ejecutivo de la novela de la CBS, declaró a The New York Times respecto a los maniquíes: “La idea de los maniquíes está funcionando bastante bien. Los filmamos desde una gran distancia para que no se note que son objetos inanimados”.

Otro caso es la temporada 5 de Riverdale, en la que los maniquíes se utilizarán en secuencias de aglomeraciones y donde se requiera que se vean muchos estudiantes. En una escena donde ocurre una graduación, por ejemplo, habrá muchos maniquíes entre cada uno de los extras, así también se cuidará al talento que ayude como extra en la serie. En España rodajes de películas y series como La casa de papel y Élite están por iniciar, a pesar de que en aquel país hay un nuevo brote de contagios. Alba, la adaptación española de la serie turca: ¿Qué culpa tiene Fatmagül? Y que tiene de protagonista al ex alumno de Las Encinas: Álvaro Rico, tiene muchas medidas de seguridad y sanidad requeridas; recientemente se mencionó que se filmó una escena de violación donde involucraba el contacto entre varios actores, pero con planos cerrados y trucos en la edición lograrán que todo se vea lo más real posible.

En México las producciones televisivas también están de vuelta en los sets. En la nueva apuesta cómica de televisa: La mexicana y el güero, protagonizada por Itatí Cantoral y Juan Soler, los protocolos de seguridad son constantes, ya que las escenas de besos y contactos entre los protagonistas sí están permitidas. Obviamente hay un aumento en los costos de producción, pero todo con el fin evidente de no dejar de ser fuentes de empleos y seguir creando.