Desde Estación zombie de Sang-Ho Yeon hasta Zombieland de Ruben Fleischer, pasando por Guerra mundial Z con Brad Pitt, el cine de zombis ha sido, desde hace décadas, una de las formas más poderosas del cine de terror para reflejar los temores sociales, políticos y culturales de cada época. Lejos de limitarse a criaturas sin alma que buscan devorar cerebros, el género ha explorado temas tan profundos como el colapso de las estructuras sociales, la fragilidad humana y la delgada línea entre la civilización y el caos.
El padre de esta tradición moderna es, sin duda, George A. Romero. Con títulos como La noche de los muertos vivientes y El amanecer de los muertos, Romero convirtió al zombi en una figura simbólica: ya no era simplemente un monstruo, sino una metáfora de la alienación, el consumismo o la decadencia moral. Desde entonces, el subgénero ha evolucionado en distintas direcciones, y entre sus obras más destacadas del siglo XXI, Exterminio ocupa un lugar privilegiado.

Este 19 de junio de 2025, el público podrá ver Exterminio: La evolución, la tercera entrega de una saga que redefinió el cine de zombis. Dirigida por Danny Boyle —quien regresa más de veinte años después del filme original—, esta nueva película promete ofrecer una mirada intensa, oscura y profundamente humana sobre un mundo en ruinas, en el que la infección no ha sido erradicada, sino que ha mutado con el paso del tiempo.
EL también director de Trainspotting y 127 horas ha declarado que el propósito de esta entrega es explorar cómo se reconstruiría la sociedad después de una catástrofe tan devastadora como una infección masiva. Junto con Alex Garland, guionista de la película y director de obras como Ex Machina y Guerra Civil, desarrollaron preguntas fundamentales: ¿qué ocurre cuando la infección persiste durante décadas?, ¿cómo respondería el resto del mundo a una amenaza tan prolongada?, ¿qué ocurre con una isla aislada en completo abandono?

Danny Boyle regresa al universo de ‘Exterminio’ con una visión aún más oscura
La película, que cuenta con las actuaciones de Jodie Comer, Aaron Taylor-Johnson, Ralph Fiennes, Jack O'Connell y Erin Kellyman, comienza en la llamada "Isla Sagrada", un territorio que ha quedado inutilizable: sin electricidad, sin combustible, con una única carretera que actúa como barrera. Boyle lo describe como un lugar que simboliza tanto una promesa de salvación como una amenaza latente. Esta tensión es clave en el universo de Exterminio, donde lo humano y lo inhumano conviven peligrosamente.
Según Boyle, su intención como cineasta no es simplemente continuar una saga, sino provocar sensaciones viscerales: "Quiero que el espectador se sienta asfixiado, que experimente una intensidad total". Para él, el director tiene la responsabilidad de llegar lo más lejos posible con lo que muestra, no por espectáculo vacío, sino para generar un impacto emocional y físico que acompañe al espectador mucho después de salir del cine.
