En el cine contemporáneo existen películas que, al momento de su estreno, fueron ignoradas por el público pero recibieron elogios de la crítica. Títulos como Donnie Darko con Jake Gyllenhaal, Un hombre serio de los hermanos Ethan y Joel Coen o Historia de fantasmas de David Lowery tuvieron un lanzamiento modesto y fueron inicialmente desestimados por el público general. Sin embargo, su complejidad temática, su estilo visual único y las actuaciones memorables recibieron reconocimiento de críticos especializados.
Este patrón prepara el terreno para hablar de otra película que, pese a su estatus inicial de fracaso comercial, es considerada hoy un ejemplo de maestría cinematográfica. Estrenada en 2007, El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford es un western protagonizado por Brad Pitt, que interpreta al legendario forajido Jesse James, y Casey Affleck en el papel de Robert Ford, el joven admirador que finalmente lo asesina.
Brad Pitt y Casey Affleck en ‘El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford’, un western introspectivo y diferente
Basada en hechos reales, la película ofrece una mirada introspectiva al mito del salvaje oeste, explorando la fama, la paranoia y la complejidad moral de sus protagonistas. La obra de Andrew Dominik destaca por su capacidad de mostrar a Jesse James no como un héroe romántico al estilo Robin Hood, sino como un hombre violento y vulnerable. Esta aproximación rompe con la tradición de los westerns más convencionales, que tienden a glorificar a los forajidos, y plantea comparaciones con la obsesión moderna por la fama y la admiración ciega de los fans.
Warner Bros.
La cinematografía de Roger Deakins aporta al filme un tono poético y melancólico, reforzando la atmósfera sombría que envuelve a los personajes. Las actuaciones son igualmente destacables: Pitt encarna a un Jesse James misterioso y dañado, mientras que Affleck ofrece una interpretación de Ford que alterna entre la simpatía y la repulsión, capturando la complejidad de su personaje. La dirección de Dominik permite que la película se mueva con un ritmo lento y contemplativo, transformando cada escena en una meditación sobre el poder, la fama y la mortalidad.
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El legado de una obra maestra del cine contemporáneo
El contraste con otros westerns contemporáneos, como el remake de 3:10 to Yuma, es notable. Mientras esta última ofrece acción y entretenimiento inmediato con tiroteos y aventuras tradicionales, El asesinato de Jesse James se centra en la introspección, la tensión psicológica y la construcción de un mito con un tono oscuro y casi poético. Este enfoque, junto con su duración cercana a las tres horas, dificultó su promoción y limitó las proyecciones en salas, factores que contribuyeron a su pobre rendimiento en taquilla.
Pese a estas dificultades, la película ha ganado admiración con el tiempo. Críticos y cinéfilos destacan su meticulosa construcción narrativa, la riqueza de sus personajes y su capacidad para cuestionar los mitos del salvaje oeste de manera profunda y original. La obra demuestra que incluso un fracaso comercial puede convertirse en un clásico si posee calidad artística y una visión cinematográfica clara.